Cadáver Exquisito infantil
En
nuestra niñez todos hemos jugado alguna vez a continuar la frase del compañero sin preocuparnos de la
coherencia o el sentido que el resultado final pudiera tener. Los surrealistas
popularizaron el cadáver exquisito
a partir de un antiguo pasatiempo de salón, en el que cada jugador escribía por
turno en una hoja de papel, doblándola para cubrir parte de la escritura. El
siguiente sólo puede ver el verso o el renglón inmediatamente anterior. El resultado final suelen ser poemas o relatos
más o menos coherentes y que tienen ese perfil caótico tan característico del
surrealismo. Recibe su nombre de la primera oración creada a partir de este
método: “El cadáver exquisito beberá el vino joven”.
Da Vinci Didáctica ha adaptado el cadáver exquisito para niñas y niños de 4 a 8 años de edad, a petición de la Casa del Lector, en el Matadero
de Madrid, en el programa Verano
Lector 2013. Nuestra actividad consistió en una parte oral, y otra gráfica. “La Gramática de la Fantasía”,
de Gianni Rodari, fue inspiración
para jugar en grupo con las palabras, nuevos contextos y los cuentos. Dada la temprana
edad de los participantes, hicimos algunas adaptaciones. Extrajeron palabras de
un saco, que fue dando forma a un cuento incompleto: “Érase una vez un… que vivía
debajo de un… y todas las noches su amigo el … le contaba cuentos bajo la luz
de la …” Cada taller dio como resultado un cuento diferente. Con las dos
palabras que sacó cada participante, construyeron una historia corta, como por
ejemplo con las palabras ojo y arena, con las que un niño de 6 años dijo: “Érase
una vez una niña del desierto, a la que llevaron a una ciudad, y cuando se
ponía triste, sus ojos lloraban lágrimas de arena”.
El cadáver exquisito gráfico fue elaborado en grupos de cinco
participantes, para no demorar los turnos. Doblamos una hoja en forma de
acordeón, y cada niño fue dibujando en una cara, dejando salir dos
líneas hacia el extremo inferior. Dichas líneas fueron punto de partida para el
siguiente participante. El resultado es bastante parecido a un tótem.
Otro trabajo artístico que hicimos con las niñas y niños se inspiró en el
ilustrador del siglo XIX Meggendorfer.
Dimos a cada participante un cuadernillo compuesto por tres hojas con unas
guías para dimensionar el cuerpo, cabeza y parte trasera de tres animales, uno
en cada hoja; una vez terminado cortamos las tres partes del animal. El
resultado fueron seres fantásticos que muestran cómo funciona la imaginación
creadora, mediante a selección, la combinación y reelaboración de imágenes para
crear un mundo de ficciones.